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martes, 2 de agosto de 2016

Otras Bienaventuranzas de Jorge L. Borges






Bienaventurados los que no tienen hambre de justicia, porque saben que nuestra suerte, adversa o piadosa, es obra del azar,  que es inescrutable.

Bienaventurados los limpios de corazón porque ven  a Dios.

Felices los que perdonan a los otros y se perdonan a sí mismos.

No acumules oro en la tierra, porque el oro es padre del ocio, y este, de la tristeza y el tedio.

Resiste el mal, pero sin asombro y sin ira, A quien te hiriere en la mejilla derecha, puedes volverle la otra, siempre que no te mueva el temor.



Jorge Luis Borges.
Fragmento de sus Evangelios apócrifos.


domingo, 24 de julio de 2016

Imitando a Jesús.



Tomando por ejemplo las Bienaventuranzas de Jesús, Jorge Luis Borges, escribió estás que les presento.




Felices los que guardan en la memoria palabras de Virgilio o de Jesús, porque éstas darán luz a sus días.

Feliz el que no insiste en tener razón, porque nadie la tiene o todos la tienen.

Feliz el que perdona a los otros y el que se perdona a sí mismo.

Bienaventurados los mansos, porque no condescienden a la discordia.

Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.

Felices los felices.

Jorge Luis Borges.
Fragmento de un Evangelio Apócrifo.








lunes, 11 de julio de 2016

Madre de Dios.

 
María
Madre de la luz.
 El Espíritu Santo
bendijo tu vientre,
se encarnó en tu piel
y se hizo hombre
por obra de tu amor.
Pedacito de cielo
Madre de Dios,
te robaron la dicha
por cuatro monedas
vendieron a Dios.
Quedaste sola,
silenciosa,  de pie.
Mujer de senderos
 secos y talados
que recuerdan al hombre
los ecos lejanos
de Cristo, el Señor.












viernes, 1 de julio de 2016

La Paz.









 Muchas veces oímos hablar de la PAZ. Y como cristianos nos preguntamos; ¿Qué es la paz?
Buscando alguna reflexión  sobre el tema encontré este pequeño fragmento que me pareció interesante; lo comparto con ustedes.


Palabra de Dios.
5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa.
 6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.
Lucas 10, 5-6.

Reflexión:
Lo «primero» que han de comunicar sus discípulos al entrar en una casa es :«Paz a esta ca sa».
La paz es la primera señal del Reino de Dios. Si la Iglesia no introduce paz en la conviven-cia, los cristianos estamos anulando de raíz nuestra primera tarea.                                                                                                                                                      
   Esta paz nace de la confianza total en Dios y afecta al centro mismo de la persona, por eso no depende solo de circunstancias  externas. Es una  paz  que brota  en el corazón, va invadiendo   gradualmente a  toda  la persona  y desde  ella se extiende a los demás.
La paz es  regalo de  Dios, pero también fruto de un gran trabajo. Acoger la paz de Dios, guardarla fielmente en el corazón, mantenerla en medio de los conflictos y contagiarla a los demás exige el esfuerzo  apasionante de unificar la vida desde Dios.           

Fragmento extraído de una homilía de Fray Marcos Rodríguez Robles, sacerdote de la orden dominica (Orden de los Predicadores).
                                                                                                                                           



domingo, 22 de mayo de 2016

El águila y nosotros.







Un águila reconoce una tormenta mucho antes de que llegue.

El águila vuela a un sitio alto para ver llegar la tormenta. Cuando esta llega, extiende sus alas para que el viento las empuje y la lleve por encima de la borrasca. Mientras el vendaval hace desastre abajo, el ave vuela arriba sin que nada le haga daño.
El águila no escapa a la tormenta, simplemente la usa para remontar mejor su vuelo, utiliza el viento  para  elevarse por encima de ella y volar más alto.

Cuando las tempestades de la vida se nos vienen encima, deberíamos imitar al águila y  apoyarnos en nuestra fe en Dios para remontar vuelo y elevarnos por encima de las tragedias y pesares. No es fácil, pero al menos intentemos ponerlo en práctica.

Isaías 40:31 – "Pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.





Amigos; voy a tomar unas semanas de descanso. Espero que no me olviden, yo tampoco los olvidaré. Les dejo mi cariño y que EL SAGRADO CORAZÓN los bendiga.






domingo, 15 de mayo de 2016

La Palabra 2



La entrada de hoy la encontré en el libro; “Vivir con Cristo”


¡Qué lindo sermón!

Un cura párroco nuevo en una comunidad, predico un sermón que entusiasmó a todos, al punto que  lo felicitaron.
El domingo siguiente los asistentes estaban  curiosos por conocer  el nuevo sermón. Pero el párroco pronunció el mismo del domingo anterior. Lo mismo sucedió al siguiente domingo y al otro y así por varias semanas.
Al final un grupo de fieles se acercó y le preguntó: ¿Por qué predicaba siempre lo mismo? Respondió el párroco: “¿Por qué ustedes siguen viviendo de la misma manera que hace seis semanas? Si ponen en práctica lo que predico, entonces les voy a decir algo nuevo”



Para pensar:
La palabra de Dios es una semilla que nace para convertirse en árbol y debe dar muchos frutos.