Algunos sólo sabemos recibir y apropiarnos-asumir la vida, la creación, las personas, un bocado de pan; y hay otros que dan gracias y bendicen por todo, incluso por las migajas que sobran, que son sagradas y hay que custodiar. El hombre que conoce a Jesús, aprende a dar. Porque la vida es como la respiración, no se puede retener (acumular sin compartir te ahoga).
Entonces, recibe, agradece, dona.
A Jesús no le interesa lo que tenemos; le importa lo que damos. En el Reino de Dios lo que cuenta no es lo que se tiene. Solo importa lo que se da.
"Es inolvidable el sabor del pan que se comparte"
Vivimos de pan, pero sobre todos nos satisface el pan del amor, el pan del encuentro. El pan de la vida que nos da Jesus que nos susurra: "Tú me importas, yo quiero que vivas..." es el pan de la Eucaristía. El pan de la entrega de Jesús y que a quien lo recibe lo fortalece a darse y lo despreocupa del tener.
Ayer viví esta experiencia y quise compartirla con ustedes.
Paz y bien. Isabel
El que conoce al Señor le agradece, le alaba, le reverencia, le sirve y ante todo le ama con todas las debilidades que posea.
ResponderEliminarGracias por esta entrada que comparte con nosotros.
Besos y feliz día de la Santísima Trinidad.
Gracias por compartir tu experiencia, verdaderamente el gozo esta en dar y no en recibir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasarte por mi blog.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz día.
en este mundo todo es compartido, hasta el aire que respiramos, por que nos cuesta tanto a algunos compartir la materia? a mi me sucede...
ResponderEliminardejo mi abrazo para ti querida amiga
Hola Isabel, me ha costado un poco encontrarte, pues no dejaste datos en tu perfil, pero ya te hallé y me hace feliz.
ResponderEliminarGracias por compartir tus experiencias y quedarte a mi lado.
CON TERNURA
SOR.cCECILIA
Cierto es, todo lo tenemos para disfrutarlo Él no lo ha puesto a nuestro alcance, pero nada es nuestro ni nos pertenece, ha aquí la infelicidad que abunda por el mundo por falta de esa insatisfacción incomprendida.
ResponderEliminarSe necesita tan poquito para ser feliz está viviendo dentro de nosotros...Somos los poseedores de la llave de nuestros propios sentimientos...
Gracias Isabel por déjanos estas lecciones de amor y vida en este rincón del alma, tú espacio!!
Un abrazo de ilusiones y afectos compartidas.
María del Carmen
Muy bonita entrada, debemos de compartir más de lo que hacemos, si compartiéramos, todo sería mejor... Saludos.
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