Felices los que guardan en la memoria palabras de Virgilio o de Jesús, porque éstas darán luz a sus días.
Feliz el que no insiste en tener razón, porque nadie la tiene o todos la tienen.
Feliz el que perdona a los otros y el que se perdona a sí mismo.
Bienaventurados los mansos, porque no condescienden a la discordia.
Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.
Felices los felices.
Jorge Luis Borges.
Fragmento de un Evangelio Apócrifo.
Isabel y Rosa, gracias por traer estas estrofas del gran Borges, que además tienen mucho de verdad, un abrazo a las dos!
ResponderEliminarGracias por regalarnos esa hermosa oracion de San Francisco, y todas esas bellas letras que encuentro a la vuelta de mi ausencia.
ResponderEliminarBienaventurados y felices sean aquellos que saben ser, felices, y también aquellos que NO, saben.
Que el Divino Creador les enseñe el camino de sencilla felicidad.
un abrazo.
Ambar.
Bienaventuranza de encontrarte en el camino bloggero, esto que compartes es hermosisimo
ResponderEliminarCariños
Hermoso post. Hermoso blog. Gracias por estar.
ResponderEliminarhermoso escrito, es tan simple la convivencia a través del amor...
ResponderEliminarsaludos querida amiga