sábado, 31 de mayo de 2014

La busqueda.



No tenemos respuesta para todo. Hay hechos y circunstancias que paralizan. El miedo paraliza, lo inesperado paraliza. La fe no es el recetario con la solución a cada problema de la vida. No es cierto tampoco que en toda ocasión podamos ver con claridad la voluntad de Dios.  Entonces ¿qué es lo que el Espíritu Santo  obra en nosotros?

El Espíritu que es dinamismo, actúa contra esas parálisis. No con la receta mágica capaz de disipar toda duda, sino inyectando ese dinamismo que nos pone en movimiento, en búsqueda.
Es el Espíritu Santo el que hace que allí donde no vemos a Dios, donde parece que su presencia a desaparecido, sigamos buscando.

Es la expresión del corazón que no cesa, que no abandona  su objetivo, que no se entrega a la desilusión.
Buscar la presencia de Dios en medio de tantas realidades que no son de Dios es tarea ardua. Tarea en la que sólo cabe la actitud perseverante de seguir, de no dejarse abatir, de no abandonar.


De:  Haciendo Eco. Elaborado por la redacción Editorial San Pablo. Argentina.
Me pareció muy bueno, por eso lo quise compartir con todos ustedes.
Rosa



4 comentarios:

  1. Hola Rosa.
    Hace tiempo que no veo tus publicaciones, hoy de milagro la ví y paso a leerte.
    Desde luesgo aue la tarea de seguir adelante, con todos los tropiezos que nos hacen caer, es una batalla interna constante.
    Pero aunque el dolor sea insoportable ahí que seguir.
    Gracias our compartir.
    Un abrazo.
    Ambar

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  2. Rosario, asi es amiga, El Espíritu Santo nos da dinamismo, fuerza, paciencia, entendimiento y sabiduría...Gracias a Él perseveramos en la búsqueda de Dios y permanecemos constantes en el camino. Mi gratitud y mi abrazo inmenso por recordárnoslo, amiga.
    Feliz domingo, Rosario.
    M.Jesús

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  3. Esta reflexión de hoy me trajo a la memoria los famosos "pasos en la arena" , cuando creemos que estamos solos Dios nos recuerda que nos lleva en sus brazos, un abrazo Rosa!

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  4. El Espíritu Santo es como un consejero nuestro, es quien nos guía, y lo tenemos siempre con nosotros aunque no nos demos cuenta, es un pedacito de Dios que nos ilumina a cada uno. Qué gran entrada, me ha gustado muchísimo. Feliz Pascua de Pentecostés Rosa.

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