La reunión de padres de catequesis comenzó a la hora
prevista. La catequista era muy joven, tal vez demasiado, se puso de pie frente
a los padres de su grupo de catecúmenos
y realizando la señal de la cruz dio por comenzado el encuentro. Una religiosa,
Sor Marisa, la acompañaba en silencio.
En pocas semanas los
niños iban a recibir al Espíritu Santo,
el tema era la confirmación.
La joven hablaba tan pausadamente que los padres la
seguían con interés. De pronto alguien preguntó de forma intempestiva: ¿Y quién
es el Espíritu Santo?
Todos los ojos se volvieron a la religiosa, que
guardó silencio, comprendieron que la
forma y el modo en que fue expresada la
pregunta, era un desafío.
La catequista sin perder su modo coloquial de
hablar, respondió:
—El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima
Trinidad, es el amor que une al Padre Dios
y al hijo Jesús y por él nos ha sido revelado, es la fuerza que hace que
la Iglesia se mantenga en pie a pesar de sus muchos años y las tantas tormentas
que la han azotado, es el regalo que El Señor Jesús nos ha donado para que podamos ser buenos
cristianos, es nuestro impulso, nuestro respaldo. Lo recibimos en el Bautismo,
es el Espíritu de la verdad y es quién
nos da las palabras necesarias para responder por él.
Se hizo silencio, hasta que una madre se puso de pie
y aplaudió. Todos la acompañaron. El señor que había intentado descolocar a la
joven catequista con su pregunta, agachó la cabeza y guardó silencio. Se había dado por enterado de quién era el Espíritu Santo.
Que hermosa lección.Sin dudas la acción del Espíritu de Dios dejó sin habla al malintencionado,Ven Espíritu Santo y llena los corazones .
ResponderEliminarUn abrazo.
Sólo, muchas gracias, por este compartir.
ResponderEliminarEl Espíritu Santo la asistió.¡Que hermoso es ser cristiano!.Reconozco que es el mejor regalo de mi vida,
ResponderEliminartener fe. Doy inmensas gracias a mis padres que me
la transmitieron, y alabo al Señor porque no me ha dejado
ningún momento de mi vida.
¡Gracias Isabel! Un abrazo.
Dios te bendiga.
Buena leccion.
ResponderEliminarSin la palomita no tienes nada.
Un abrazo.
Lo simple que es dejarse llevar por el Espiritu...porque El responde siempre cuando ña humildad está en nosotros....que buena entrada....
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