Me he encontrado muchas sorpresas hablando de los
sacramentos y esas sorpresas me hacen ver que poco sabe la gente del tema.
—¿Se puede volver a Bautizar? —me preguntaron.
—No, el
Bautismo es uno y para siempre —dije— ¿por qué deseas volver a bautizar?
—Es que la madrina no ha vuelto a visitar a su
ahijada y la niña me pregunta.
—Es real, eso no se hace, pero cuándo elegiste
madrina, por qué la buscaste.
—Era agradable, simpática y parecía apreciar a mi
niña…
—Tal vez se asustó de la responsabilidad que
significa su madrinazgo. Te convendría hablar con ella y saber porqué se
comporta así y explicarle que ser madrina no significa hacer regalos, significa
acompañar a los padres, aconsejar a la niña y transmitir la palabra de Dios con
el ejemplo.
Esta conversación tan simple se ha repetido muchas
veces. Las dudas llevan a imaginar y creer
que los sacramentos se borran como un escrito en lápiz de un día para otro.
Lo mejor es hablar y explicar para que todo pueda ser comprendido y encontrar la solución al problema, a veces no comprender bien las cosas resuslta en una falta de responsabilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar.
Hola Isabel, es que hay muchas madrinas y padrinos que desaparecen en el tiempo, uno debiera bautizar a los hijos con alguien de la familia, a veces las amistades se alejan por distintos motivos y los chicos sienten la orfandad. Hace pocos días vi a una chica de más de treinta años que buscaba a su padrino, al que no vio más desde su infancia, es triste. Un abrazo!
ResponderEliminarLlevas toda la razón, hay que buscar personas que vivan su fe, coherentes, cercanas que puedan ayudar.
ResponderEliminar¡Gracias Isabel, y felicidades por ayer!
Un abrazo. Dios te bendiga.
Cada vez que vengo y lo vuelvo a leer, te doy más la razón.¡Gracias por vuestra visita!
ResponderEliminarOs dejo mi cariño y mis oraciones.
Dios os bendiga.
Hola Isabel.
ResponderEliminarEs como los padres que sólo acompañan a sus hijos a Misa, mientras los preparan para la Primera Comunión.
Y hay pocos padrinos que se conciencien una vez han bautizado a sus ahijados.
Simplemente les hacen regalos y ya está.
Un abrazo, Montserrat