La corona de adviento que encontramos en todas las
Iglesias en estos días tiene su origen en costumbres paganas. Los primeros
misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas con sus propias costumbres.
Tiene forma circular, no tiene principio ni fin. Es
ejemplo del amor de Dios que es eterno y no tiene principio ni fin. Lo forman
ramas verdes, color de la esperanza.
Las cuatro velas significan que cada una es la paciencia y el amor de
Dios que se va dando poco a poco con su esperanza de salvación. Las velas se
encienden una cada domingo. También se puede hacer una corona en las casas de
familias y rezando al encender las
velas.
El listón rojo es el amor de Dios que nos envuelve.
¡¡FELIZ TIEMPO DE ADVIENTO!!
Hola Rosa.
ResponderEliminarHace tiempo que no paso a saludar y leer, ya di un buen repaso.
Cuatro velas en la corona, símbolo de eternidad, don la fe, paz, amor y paciancia se alimentan de esperanza, manteniendo siempre viva su llama.
Un abrazo por este regalo.
Ambar
Gracias Rosa por estos detalles que nos das, lo ignoraba, un abrazo!
ResponderEliminarRosa, hermosa la corona de adviento, que nos dejas, amiga...Esas velas me encantan...La vela me acerca al espíritu divino. En casa siempre tengo encendida una vela y procuro orar por todos...Mi abrazo inmenso y feliz adviento.
ResponderEliminarM.Jesús
Feliz Adviento también para tí.Besicos
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