La historia de la salvación tiene un centro: la cruz.
Mirando desde ella, hacía atrás, está el pueblo judío con sus profetas, y la espera del mesías, aquel que iba a cambiar su historia de pueblo errante y perseguido. La esperanza de la salvación los ponía en marcha hacía la tierra prometida. Sabían que Dios cumpliría su palabra y el salvador llegaría a ellos tarde o temprano.
El Mesías llegó y no fue reconocido como tal.
Llegó la cruz. Desde ella en adelante estamos nosotros los cristianos, para entender la Cruz, debemos conocer el mensaje de los profetas, ellos educaron la conciencia del pueblo de Dios. El antiguo y el nuevo testamento están unidos por la cruz. Uno no remplaza al otro, se enriquecen, se exaltan.
A partir de Cristo nace la nueva alianza, que anuncia el profeta: “De su tronco, sin embargo, saldrá una raza santa”. Is 6,13.
Antiguo y Nuevo Testamento, se complementa, uno sin el otro no logra ser descifrado.
Antiguo Testamento:
Contiene 46 libros escritos en el pueblo de Israel, antes de Cristo. Unos escritos en hebreo, otros en arameo y otros en griego.
Nuevo Testamento:
Contiene 27 libros que fueron escritos por los primeros cristianos después de la venida de Cristo.
Todos los libros están escritos en griego.
Un abrazo, hasta la próxima semana.
Rosa