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martes, 26 de febrero de 2013

Unción de los enfermos.




Recuerdo hace varios años atrás, mi abuela María debía operarse, no había peligro, pero su avanzada edad, causaba temor entre sus familiares.
Su hijo mayor la consultó si quería recibir la Unción de los enfermos. Los ojos de mi abuela se abrieron y preguntó:
—¿Me voy a morir?
—Mamá tu eres creyente y debes saber que la unción es una protección ante la enfermedad.
Ella aceptó, pero con cierto resquemor.
La operación fue un éxito y tuvimos abuela por varios años más.

Suele suceder que cuando se le ofrece a un enfermo recibir la Unción, se retrae, teme, no sé de donde nos llega esa costumbre, debe ser que se ignora el poder protector de la misma.

El Espíritu Santo que se recibe en la Unción, da a algunas personas un carisma especial de curación, sin embargo ni todas las oraciones más fervorosas dan la curación a todas las enfermedades.
Antiguamente se le llamaba “Extremaunción” y se le daba a los que estaban a punto de morir, desde allí nos debe llegar el temor.
Como todos los sacramentos la Unción se celebra en forma comunitaria, puede ser en la Iglesia, en familia, en el hospitales, es la “Comunión de los santos” (asamblea) la que ora por el bien del enfermo, puede celebrarse para una o más personas.

La gracias del Espíritu Santo es dar por este sacramento la paz y consuelo al enfermo. La gracia de curación para el alma y el cuerpo, si es voluntad de Dios.

sábado, 16 de febrero de 2013

Bendito seas Señor.




Por este sol que amanece
cambiando el verde de los pinos,
iluminando las hojas del rosal,
por estar viva y ver tu creación;
bendito seas Señor.

Por el rocío que alimenta
da vida al campo y moja mis pies.
Por las aves mañaneras
que alegran con su canto
y me despiertan cada día:
bendito seas Señor.

Por cada flor del campo, desconocida
que se abre a la vida
con su perfume y color,
Por estar aquí y poder contemplarlo;
¡Gracias Señor!