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lunes, 22 de septiembre de 2014

Poema a María



Virgen María, Madre de Dios,
dame un corazón de niño,
puro y transparente
como el agua de una fuente.

Dame un corazón sencillo
que no se goce
en la amargura de la tristezas.

Un corazón grande para darse
y tierno a la compasión.

Un corazón fiel y generoso
que no olvide ningún beneficio
ni guarde ningún rencor.

Dame un corazón manso y humilde,
que ame sin exigir ser amado,
que goce desapareciendo en otro corazón
y dispuesto a hacer la voluntad divina.

Dame un corazón grande y valiente
que no se cierre por ninguna ingratitud
ni se canse por ninguna indiferencia.

Dame un corazón
atormentado sólo por la gloria de Jesús,
herido por su Amor
con una herida que no se cierre
sino en la vida eterna.

-L. de Grandmaison-



miércoles, 10 de septiembre de 2014

"Ritual"

De manera repetitiva y habitual, utilizamos gestos, palabras, cosas que están llenas de simbolismos y que nos permiten estar en relación con los otros y vivir en sociedad, Desde pequeños, aprendemos a decir "buenos días" a saludar con un beso, izar la bandera en el día de la patria, etc.
 Con esto una comunidad habla de sí misma, de sus convicciones, creencias y valores.. Los ritos son como un espejo en el cual la comunidad se contempla, proclama, celebra y confirma su propia manera de ser y vivir organizada.
Existe, hoy, una sociedad con cierta insensibilidad al lenguaje ritual. El individualismo y la consecuente búsqueda de innovación tornan la experiencia ritual difícil e incomprensible. De ahí la necesitad de educar y estimular la comprensión del lenguaje ritual. Evitando confusión y dispersión.
Nosotros como catequistas debemos acompañar en los ritos de la iniciación cristiana, un camino celebrativo. 
Paz y bien

viernes, 5 de septiembre de 2014

El águila.



¿Sabés que un águila reconoce una tormenta mucho antes de que llegue?
El águila vuela a un sitio alto para ver llegar la tormenta. Cuando esta llega, extiende sus alas para que el viento las empuje y la lleve por encima de la tormenta. Mientras la tormenta hace desastre en lo bajo, el ave vuela arriba sin que nada le haga daño.

El águila no escapa a la tormenta, simplemente la usa para remontar mejor su vuelo, utiliza el viento  para  elevarse por encima de ella y volar más alto.

Cuando las tormentas de la vida se nos vienen encima, deberíamos imitar al águila,  apoyarnos en nuestra fe en Dios para remontar vuelo y elevarnos por encima de las tragedias y pesares. No es fácil, pero al menos intentemos ponerlo en práctica.



Isaías 40:31 – "Pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.


Reflexión extraída de Internet.