Via
Crucis significa camino de la cruz.
Recorrerlo
cada viernes de la Santa Cuaresma, es adentrarnos al padecimiento de Nuestro Señor,
es vivir con él, aunque sea con el pensamiento su momento más doloroso.
La
costumbre de rezarlo comenzó posiblemente en Jerusalén, ciertos lugares de la
vía dolorosa se señalaban y se recordaba con oraciones el momento del paso de
Jesús.
Catorce
son las estaciones que recuerdan el camino al Golgota, es una de las oraciones
más piadosas al Señor. Reconocida por la
Iglesia como sanadora y generadora de indulgencias.
Amado Jesús mío,
Por mí vas a la muerte,
Quiero seguir tu suerte,
Muriendo por tu amor;
Perdón y gracia imploro,
Transido de dolor.
anonimo