Soneto a Jesús Crucificado.
Anónimo del siglo XVI
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
¡Tú me mueves, Señor! Muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muévenme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Este bellísimo soneto lo he aprendido desde mi más tierna juventud con mis Hermanas Franciscanas de Gante.
ResponderEliminargracias por publicarlo.
Besos del alma.
Este bellísimo soneto lo he aprendido desde mi más tierna juventud con mis Hermanas Franciscanas de Gante.
ResponderEliminargracias por publicarlo.
Besos del alma.
Bellísimo el soneto y muy emotivo......una auténtica oración.Besicos
ResponderEliminarCuanto sentir abraza el corazón este poema
ResponderEliminarel amor de Dios profundo y fecundo en nuestra vida
que nos llene de su misericordia
un abrazo grande!
Rosa, hermoso soneto, se lo atribuyen a diferentes personas Juan o Teresa de Ávila entre ellos, pero no importa tanto el autor sino las palabras bellas que contiene, Muy Buenas Pascuas para vos e Isabel!
ResponderEliminarRosa , a ti y seres queridos:
ResponderEliminarFelices Pascuas
Festejemos la esperanza !!!!
Cariños
Homenaje lleno de Gratitud enamorada.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Hermoso, el amor todo lo puede.Abrazos.
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