Dame algo de
tu misericordia
María de Jerusalén.
Dame tu
mirada generosa,
para aceptar
al que no me ama.
Quiero
aprender de tu silencio,
que no entendió la muerte de tu hijo,
y siguió
firme junto a los apóstoles.
Quiero ser
como tú, fiel a Dios Padre,
aceptar sus
designios,
y abandonarme
contra viento y marea, a su amor.
Me uno a la oración a la Madre.Besicos
ResponderEliminarAmen
ResponderEliminar,.
Cariños
Hermosa oración, Rosa, un abrazo!
ResponderEliminarAy Rosa, cada vez que entro aquí me lleno de amor y espiritualidad. Es precioso leerte, purifica el alma. Un fuerte abrazo de corazón, me despido ya hasta Septiembre por el Verano. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarQue así sea, mi querida Rosa,no nos separemos nunca del verdadero amor.
ResponderEliminarpaso a decirte que me tomo un descanso hasta septiembre.
Que Dios te bendiga.
con ternura
Sor. Cecilia